En 1828, Villaconancio era villa secular del Partido de Cerrato en la Provincia de Palencia, con Alcalde Ordinario. Contaba con una población de 153 vecinos (513 habitantes) y poseía una Parroquia y un Pósito. El escritor Don Sebastián de Miñano, de quien proceden estos datos, describe así la ubicación geográfica de este pueblo: «Situado en uno de los dos valles de que forma el que llaman de Cerrato, rodeado de montes de enebro y encina». El término de esta villa, además de la cosecha anual de granos, también producía miel, cera y plantas medicinales.
En 1833, se arruinó el primitivo edificio románico de la Iglesia Parroquial de San Julián, de esta villa, cuyo templo ya había tomado la doble advocación de San Julián y Santa Basilia.
En 1850, Villaconancio era villa con Ayuntamiento del Partido Judicial de Baltanás en la Provincia y Diócesis de Palencia.
Su población era de 115 vecinos (598 habitantes) y había 140 casas y una Escuela de primeras letras concurrida por 28 niños.
Por entonces, seguía en ruinas el templo parroquial de San Julián y Santa Basilia y servía de iglesia la Ermita de Nuestra Señora de Mediavilla, situada a un extremo del pueblo.
Había tres fuentes de buenas aguas a corta distancia de la villa y dos puentes sobre el arroyo Maderón.
Subsistían los dos molinos harineros sobre el citado arroyo Maderón ( o Maderano). Parte del término municipal se hallaba poblado de roble y encina y existía la industria de elaboración del carbón vegetal. (Madoz 1845-1850)
En 1902, fue reedificada la Iglesia Parroquial de San Julián y Santa Basilia, de esta villa, cuyo primitivo templo románico se hallaba en ruinas desde 1833. La reconstrucción abarcó a la mayor parte del edificio, pues, sólo se conserva de lo anterior, el ábside, el arco toral y algún otro elemento arquitectónico.
Y por último, en 1930, esta villa tenía una población de 529 habitantes de derecho y poseía 151 edificios y 156 albergues.